Conversamos con Paula de Alba, una de las tantas mujeres inmigrantes que eligieron a Uruguay como destino en estos últimos años

Por Valentina Viettro.

Contános Paula de dónde venís, ¿cuánto hace que estás en Uruguay?

Nací en Cádiz (España) y empecé a componer mis primeras canciones y a dar conciertos mientras estudiaba periodismo en Madrid. De alguna forma, hacer canciones también me permitió comunicar, que era lo que buscaba hacer con la carrera. Es mi forma de contar. A Uruguay llegué hace unos ya casi cuatro años. Buscaba desarrollarme en otro lugar y conocer y el hecho de que la murga fuera hermana de las chirigotas gaditanas y que el país tuviera un gobernante tan curioso como Mujica fueron dos de los motivos que me hicieron aterrizar aquí. 

¿Ya habías tocado fuera de tu pueblo?

En España, además de Madrid pude tocar en otras ciudades como Barcelona, Sevilla y Huelva. En 2014 gané primer premio del certamen de cantautores de la residencia de estudiantes “Santa María de Europa” de Madrid. 

¿Qué había de nuevo en Uruguay?

Me parece que Uruguay está en la actualidad muy enfocado al arte y la cultura y que abre muchas puertas. Por ejemplo, pude recibir la formación del Programa de Relevamiento, Formación y Difusión de artistas emergentes en el área del folclore y el canto popular “Guitarra Negra” de la Intendencia de Montevideo. Fue tremenda experiencia la de recibir los talleres gratuitos de la mano de músicos como Rubén Olivera o Esteban Klisich. Participé junto a mi compañero, Federico Riefel, y ganamos el primer premio en la categoría dúo. 

¿Y ahora en qué andan?

Actualmente, Fede y yo estamos grabando un disco mediante el Nuevo Catálogo de Música Uruguaya, donde fuimos seleccionados hace algunos meses. Será nuestro primer disco como dúo y casi mi primera experiencia, porque hubo otras antes pero creo que a esta es a la que le estoy metiendo más cabeza. Van a ser las canciones que llevamos cantando este tiempo, algo bastante sencillo, casi todo a guitarra y voz y con algunas colaboraciones de amigos musicazos que nos hacen mucha ilusión. Por ahora estaremos enfocados en el proyecto del disco hasta final de año, pero mientras no dejamos de tocar en Montevideo y alrededores, ya que es lo que más nos gusta hacer. La música te abre puertas todo el tiempo, es hermoso la gente y los lugares a los que puedes conocer mediante canciones. Y el verano lo pienso pasar disfrutando del Remanso de Neptunia, donde vivo desde hace poco. A descansar un rato antes de empezar con las presentaciones del disco que está por nacer… ¡y a pensar el nombre!