David Aguilar, el cancionista favorito de Jorge Drexler y Natalia Lafourcade

Por Gabriel Plaza.

Hace un mes que David Aguilar, el cancionista mexicano, a quien Jorge Drexler definió como uno de los mejores creadores de habla hispana de su generación, camina de forma invisible por las calles de Buenos Aires, donde llegó acompañando a su mujer periodista, corresponsal mexicana de Milenio. Muchas de sus cien canciones, en coautoría con otros artistas de la talla de Jorge Drexler (“Abracadabra”) y Natalia Lafourcade (“Danza de gardenias”), se desparramaron como clásicos por todo el continente. El músico tiene un reconocimiento bien ganado entre los músicos y la industria: en 2018 estuvo nominado a cinco Grammys Latinos. Desde ese año que no baja hasta el Cono Sur, donde realizará una serie de conciertos en Buenos Aires, Santiago de Chile, San Pablo y Montevideo.

Este viernes, a las 21 hs, se presenta en la Sala Corchea (Soriano 1243), junto al músico Juanito el Cantor, en loops y guitarras. Estarán de invitados: Gonzalo Denis y Juan Wauters. “Me gusta mucho poder estar en Uruguay. Es donde más gente querida y amigos tengo fuera de México”, dice David Aguilar de 40 años.

Anoche fue recibido con un asado en Montevideo, una ciudad de la que está enamorado de su música. “Acá hay próceres cancioneros como El Príncipe Pena, Mateo, Fernando Cabrera y Leo Maslíah. Soy muy fan de todos ellos”, dice en un café, un día antes de tomarse el ferry con el que cruzará el Río de la Plata. En Buenos Aires la atmósfera es vibrante después de la masiva marcha de los estudiantes en apoyo a la universidad pública. David observa todo lo que sucede a su alrededor con atención. Es un creador atento a lo que pasa políticamente en la región. Música y sociedad se entraman de una manera ejemplar en sus textos y melodía: “Prieta”, su single más reciente, es una lúcida mirada sobre el racismo en la sociedad. El tema con una cadencia de música urbana, un beat afro y una capa folklórica, se viralizó hace unos días en su país, cuando la candidata a presidenta Claudia Sheinbaum compartió la canción. “Me llegó mucho hate, pero también muchos comentarios diciéndoles que les gustó mucho. Hace rato que salí del closet político. Me gusta dar mi opinión y la gente sabe lo que pienso”, dice el músico que planificó su regreso para coincidir con las elecciones en México en junio.

La salida de su nuevo álbum “Compita del destino”, lo agarra en plena gira en el sur, lejos de su casa en el DF. Tanto es así, que el estreno en vivo de muchas de esas canciones ocurrirá en Montevideo. “Lo que pasó fue que yo tenía ganas de venir a tocar, hacer una gira por Latinoamérica, el Cono Sur y se juntó afortunadamente todo”, dice el músico nacido en Culiacán, la tierra de Pedro Infante. Las canciones de este nuevo disco, que sale por el sello Universal, formarán parte del repertorio de David Aguilar en estos conciertos, donde también repasará otros clásicos de sus discos solistas, que comenzó a editar oficialmente en 2011 cuando su voz singular, ese timbre cálido y grave, y la forma en que están construidas sus canciones sobre la base de la música regional, la trova, la canción pop y los ritmos urbanos, le dieron un lugar de referencia entre los cancionistas de América Latina.

Desde 2003 hasta 2010, David Aguilar grabó cuatro discos, aunque fue con su álbum “El David Aguilar” (2014), que empezó a tener la atención de la crítica especializada. “Desde los dos miles estuve como independiente publiqué cuatro discos en CDs que yo los quemaba en mi computadora. Ya mi primer disco de estudio editado y formal es un disco muy raro y de música regional con el sonido de la banda sinaloense”. En su último material, sigue habiendo un guiño a ese sonido de la infancia de su tierra natal, de donde salió para estudiar música a los 18 años. Allí en el camino se cruzó por primera vez con Natalia Lafourcade. El tiempo los volvió a reunir más de una década después en un concierto de la argentina Loli Molina, donde comenzó la amistad compositiva. Natalia Lafourcade dice que su último disco “De todas las flores”, no hubiera salido sin la insistencia del cantautor. David participa como coautor en dos temas de ese álbum. “Cuando nos juntamos a componer siempre voy a su casa en Veracruz. Me quedo unos 45 días y nos vamos al mar. Andamos por ahí en la carretera, o nos emborrachamos. Somos muy amigos. A veces no la veo tanto por sus giras, pero la quiero mucho”, dice El David, como le dicen en el ambiente musical mexicano.

Decías en una entrevista que tenés más de cien temas en co-autoría con otros artistas.

Probablemente sean más de cien, entre las que tengo colaboraciones con gente como Caloncho Daniela Spalla, Esteman, Jorge Drexler o Julieta Venegas. Ahora con Julieta de hecho la estoy ayudando a componer algunas canciones para su próximo álbum. También tengo canciones con Loli (Molina), Lucio (Mantel), Ezequiel (Borra), y con Mateo de Conociendo Russia. Nos juntamos hace dos o tres años en México y lo compusimos ahí en una casa. También tengo canciones con Mon Laferte y mucha más gente de la industria y de muchos circuitos diferentes. Sí, la verdad es que he venido desarrollando una trayectoria como autor igual o quizás más relevante al día de hoy que mi trayectoria como cantante solista. De alguna manera esa labor ha sido mucho más relevante y es mi sustento.

En tu nuevo disco “Compita del destino” aparece “Tuyo”, donde participa Jorge Drexler.

Esa la grabó a la distancia Jorge y fue muy interesante porque es una canción que la compuse yo solo, pero cuando ya estaba cerrada la producción, empezaron a decirme que sonaba muy Drexler. Eso me hizo sentir como inseguro, porque por más que admires a alguien como artista es raro que algo que hiciste despierte eso, y sientes que lo estás como plagiando. Entonces intenté cambiar la melodía y me metí al estudio otra vez, para huir del drexlerismo, pero no quedaba bien, y entonces me empecé a angustiar. En ese momento es como que descendió un ángel y dije: “pues ya sé que voy a hacer, lo voy a invitar a cantar y así se cancela cualquier duda y queda todo explícito”. Le conté a Jorge toda esta historia a distancia y le encanto la canción. La grabó y me la mandó desde Madrid. Le debo mucho de verdad a Jorge, porque anda por ahí en el mundo repartiendo la exagerada cosa de decir que yo soy uno de los mejores compositores de habla castellana y que soy uno de sus compositores favoritos. El para mí es el uno en castellano en cuanto a talento, trayecto recorrido y en cuanto proyección y prestigio. Entonces lo amamos, lo adoramos, lo estudiamos, y que haya aceptado esta colaboración de un tema que no compuso, es porque me quiere mucho.

En tu disco anterior mucho más folk, llamado “Agendas vencidas” de 2022, se nota, también la influencia de artistas como Luis Eduardo Aute, que ofrecen otra poética dentro de la canción.

Qué interesante. No me lo habían dicho, pero creo que injustamente no he cacareado lo suficiente sobre la gran influencia que tuvo y tendrá en mí Aute. Es un mood que persigo cantando grave, abajo, donde todo está en la delicadeza de la melodía y la letra. Ese álbum, también, tiene mucho que ver con Aute, Silvio Rodríguez, y al mismo tiempo con Leonard Cohen, Joni Mitchell y Nick Drake, o sea tiene una un pie puesto en lo anglo, aunque claro en el universo en castellano. El tipo de melodías que están ahí vienen de esa vena. Es un disco que existe por Adán Jodorowsky. Un día de fiesta en la ciudad de México me dijo: “David todo el mundo dice que les gustaría escucharte más con guitarra y voz, ¿por qué no hacemos un disco así?, yo te lo produzco”. Le mostré cincuenta canciones y fuimos eligiendo entre los dos las diez que se quedaron y lo grabamos en Sonic Ranch de Texas. Ya sabes, él es fan de todo lo retro. Nada de lo que se utilizó en el estudio para ese disco es posterior a 1969. Es un homenaje al folk.

Una canción como “Prieta” de tu nuevo disco en cambio va en otra dirección musical.

Es el lado totalmente opuesto a esa vena, que también habita en mí a diferencia de “Agendas vencidas”. Es el otro polo que tengo del Brasil, lo afro, otro fraseo más veloz. Creo que tengo las dos cosas. “Prieta” además de tener esa cosa brasilera, siento por ejemplo que tiene un piano a lo Michel Camilo medio latín jazz. Al mismo tiempo el tipo de guitarra quería que tuviera la sensación de lo urbano como afro y el fraseo cantado casi como un reggaetón. Tiene todos esos condimentos.  Es una de las canciones donde convergen cosas diferentes y me ha marcado un norte musical. Algo de lo posterior va a recargarse en cosas que la canción de “Prieta” me detonó, porque mi música es un crisol de muchas cosas.

El disco trae otra novedad la versión en castellano del himno “Woman” de John Lennon, titulada “Morra”.

El video que va salir de esa canción recrea el video de “Woman” de los ochenta con John y Yoko Ono caminando por el Central Park en Nueva York, pero con mi pareja caminando por Chapultepec en la Ciudad de México. La versión surgió de un chiste de un amigo hace veinte años en una fiesta en Hermosillo en una peda banquetera. Estábamos cantando covers y un amigo canto una partecita de “Woman” así: “Morra, ve por un caguamón”. Morra es mujer y se está usando en México de manera informal. Ahora ya todo el mundo dice morra, como quien dice esa piba, no es peyorativo, es algo también de los nuevos movimientos feministas”. Pasaron veinte años y me volvió esa idea de hacer “Woman”, pero con la palabra morra. Entonces no sé, siento que es algo divertido y que es lindo. De alguna manera intervine a un beatle.

¿De dónde surgió la idea del título del álbum “Compita del destino”?

El título viene por el tema “Al capricho del viento”, que es como un “Blowin’ in the win” de Dylan pero en versión regional mexicano. Ese tema habla de ser amigo del destino. Es como dejarse ir aprovechar un poco las cosas, los eventos que van surgiendo y tomarlos. Creo que tiene que tiene que ver que un video de filosofía en TikTok que vi hace como tres años donde apareció un viejo del Medio Oriente que decía, que él creía que no existía tal cosa como las malas decisiones o las buenas decisiones. Lo único que importa es lo que emerge, la nueva realidad, después que tomas una decisión. Yo siempre me he sentido un poco así. Al principio el nombre me hizo ruido porque la palabra compita es muy regional, pero al final pensé en dejarlo ir, porque es la fiel manifestación de que soy amigo del destino.