Andando Descalzo: Extraño – Claudio Kleiman

Por Claudio Kleiman.

Quizás algunos pueden pensar en Andando Descalzo como una banda de las nuevas generaciones del rock argentino, pero lo cierto es que los originarios del barrio de Mataderos, en el Oeste de Buenos Aires, están festejando sus 25 años como banda (que en realidad son 27, ya que la celebración iba a realizarse en 2020 y quedó postergada por motivos obvios).

Discográficamente, también tienen una nutrida historia, ya que “Extraño” es su noveno trabajo (séptimo de estudio), fue compuesto a distancia, y realizado en plena pandemia. Sin embargo, la banda no cesa de evolucionar, y se nota el oficio en el arte de hacer canciones, así como la inquietud por encarar nuevos rumbos. Desde sus orígenes, como una banda de reggae y ska mezclada con ritmos latinos, pulso rockero y melodías pop, AD exhibe una impronta propia, que ha conseguido desarrollarse sin perder personalidad. “Extraño” está producido por Pepe Céspedes, de la Bersuit, y Juan Bruno (al igual que el anterior, “Media Vida”, de 2018), y es un álbum conciso y efectivo, con 8 temas sin desperdicio. También es notable el compromiso grupal en las interpretaciones de la banda, integrada por Juani Rodríguez (voz), Ariel Paladino (guitarra y coros), Pablo “Bocha” Otero (teclados), Maxi Suppa (percusión) y Carlos Quinteros (batería). No es un detalle menor que los temas están firmados colectivamente.

Igual que en muchos de los discos publicados entre los últimos meses de 2021 y los primeros de 2022, en “Extraño” se nota el efecto profundo que la pandemia, con la consiguiente suspensión de la música en vivo y el encierro forzado, tuvo sobre los artistas. Por eso, el tema que inicia el álbum, “Vas a ver”, tiene cierto aire de himno que acompaña una letra que invita a superar las circunstancias, “…vas a ver, ya va a pasar / este momento largo se terminará”. Los destacados arreglos de vientos recuerdan un poco a La Vela Puerca, una banda que se hace presente en otro de los temas de este disco.

“Esquinas” es una hermosa canción pop con una sencilla historia de amor, realzada por la voz invitada de una cantante que parece ser la elección ideal para un tema de estas características, Hilda Lizarazu.

“La luz sin aclarar” presenta una aproximación de AD al folclore, que a juzgar por los resultados, augura un camino promisorio. Sobre una base de 6×8 y un sonido con ecos del noroeste argentino, con aerófonos (o su emulación en teclados) y el charango de Sebastián López, de Los Tekis, la banda canta un estribillo que también parece vislumbrar la luz al final del túnel, “Ay,ay,ay, nos volveremos a ver / un cálido fogón, un rojo amanecer / la luz volverá a crecer”. La voz del invitado Sebastián Teysera, de La Vela Puerca, aporta la cálida humanidad de su inconfundible estilo.

“La Plaza de la Vida” es un contagioso ska que recuerda al AD de los comienzos. Coincidentemente, hay un cierto aire nostálgico en la letra, incluyendo lugares por donde transcurrió la historia de la banda, ”…la barra, la esquina, las tardes sin tiempo / noches asesinas, Arpegios, Cemento…” y otros momentos del pasado. Como siempre, concluyen con una perspectiva esperanzada, “…de donde venimos, adonde vamos / yo no lo sé, y me da igual / con lo vivido estoy a mano…”.

“Cuéntame” es un tema intimista, sobre una base que combina reggae con ciertos ritmos latinos, una de las especialidades de los AD, y “La Chamba” una especie de cumbia electrónica, con una marcha muy apropiada para el vivo.

El disco concluye con “Mi barrio”, un tema mayormente acústico, cuyo título exime de mayores explicaciones. Una nota sensible que refleja la actualidad del paisaje de siempre, con los negocios cerrados y los amigos ausentes.

Vale la pena recordar que Andando Descalzo se presenta próximamente en Montevideo, por primera vez, el viernes 26 de agosto en la Sala Zitarrosa, con los temas del nuevo álbum y los clásicos de toda su carrera.