Milongas Extremas en Sala Zitarrosa (Homenaje a Alfredo Zitarrosa)

Por Guillermo Amy.

Zitarrosa siempre es merecedor de palabras mayores. Con su inconfundible voz y lírica fue capaz de poner en palabras el sentir del pueblo y ser relator de las vivencias de la época. Como se dijo en un fragmento de la noche, fue un artista en el que dentro de su legado “el campo y la ciudad palpitan con el mismo sentimiento”. En el marco de la temporada número 25 de la sala que lleva su nombre, Milongas Extremas realizó un homenaje a su obra y trayectoria.

En la previa se veía una larga fila que daba vuelta 18 de Julio. Los espectadores más tempraneros fueron recibidos con una degustación de vino frente a “La Contreras”, la icónica última guitarra del artista ubicada en el hall del recinto. La sala se llenó rápidamente y la previa vino de la mano de fragmentos de entrevistas que fueron reproducidos mientras la audiencia se ubicaba en las butacas. Se avizoraba una noche cargada de emoción, y así lo fue.

El quinteto de guitarras ya ubicado en escena dio inicio al homenaje interpretando “Nene patudo” y “La canción del cantor”. El respeto fue absoluto y la nostalgia lentamente se apoderó de la velada. Una de las particularidades fue que por momentos Zitarrosa cumplió el rol de narrador. Una acertada selección de fragmentos de su extenso archivo dio presencia y contenido al homenaje hablando de sus vivencias, de sus amigos e incluso presentando una de sus canciones más emblemáticas como “De no olvidar”.

“Alfredo es uno de los grandes valores de la canción popular y de lo que es el ritmo tradicional uruguayo. Hombre del pueblo que trata de interpretar lo que el pueblo quiere decir”, fueron las primeras sentidas palabras del grupo para con el artista desatando los primeros aplausos. Con su rostro apareciendo en pantalla en varios tramos, y algunas visuales que incluso se proyectaban sobre las paredes laterales, el espectáculo tuvo una gran inmersión visual. Asimismo, también hubo espacio las composiciones del grupo que se mezclaron a la perfección en la lista de canciones como “Tibieza” e “Incendio”, consideradas por los músicos como “un homenaje dentro del homenaje”.

Grandes talentos nacionales también se hicieron presentes. Copla Alta en “Crece desde el pie”, Lucia Chappe en “Milonga de ojos dorados” y el maestro Carlos Méndez en guitarra para “Solos y juntos” y “Zamba por vos”. El grupo se notó conmovido y en varias oportunidades afirmaron estar sintiendo emociones muy fuertes. “Estamos agradecidos de estar haciendo este homenaje al legado de Zitarrosa, no solo como compositor sino como intérprete”, fueron las palabras de Paio Piñeyro dejando en claro que la música de Alfredo fue de gran influencia para ellos. A su vez, aprovecharon para saludar a la familia del músico que se encontraba dentro de la audiencia presenciando el show.

Luego de retomar brevemente su repertorio habitual con la infaltable versión milonguera de Extremoduro, “Ama, ama y ensancha el alma” y “Vámonos”, sintieron la necesidad de convocar a una voz “con personalidad y con presencia” para lo que estaba por venir. El elegido fue Alejandro Balbis para interpretar una memorable versión de “Diez décimas de saludo al pueblo argentino” que terminó con la audiencia íntegramente de pie y un fervoroso aplauso. Sobre el tramo final y luego de un fragmento en que Zitarrosa hablaba de su exilio y prohibición durante la dictadura, una emocionante versión de “Adagio de mi país”, con Carmen Pi como intérprete y última invitada de la noche desataron nuevamente la emoción de un público respondió con aplausos que parecían no querer cesar. El espectáculo dio cierre final con una gran versión de “Como quieras”, con un excelente solo de saxo de Piñeyro y una versión de “Pa’l que se va”, con todos los invitados sobre el escenario y un público íntegramente de pie. Un homenaje sentido, respetuoso y sincero para un músico que merece ser recordado eternamente de esta forma, a guitarra criolla, piel y latido.