Por Gabriel Plaza // Fotografía: Lucía Carriquiry.
El nombre de Mabel, el grupo vocal dedicado al repertorio de Los Beatles, nació de forma lúdica. La hija pequeña de una de las integrantes del sexteto, que los escuchaba ensayar todas las semanas la canción “Michelle” de Los Beatles en su casa, un día se les acercó y les preguntó: ¿Por qué hoy no cantan Mabel? Todos cruzaron miradas cómplices y se dieron cuenta que Mabel era un nombre desacartonado, ideal para atrapar el espíritu de un proyecto integrado por coreutas con otra sensibilidad vocacional: Javier Alfonso (periodista y barítono), Domingo Rilla (visitador médico jubilado y bajo del grupo), Sebastián Meoqui (docente, arreglador y tenor), Mayra Olivera (bióloga y soprano), Laura Carriquiry (encargada del servicio técnico en una empresa y contralto) y Maja Almada (arquitecta y soprano).
Desde aquel bautismo en 2016, el sexteto vocal creció y mucho. Este jueves, a las 21, presentarán en la Sala Corchea, (Soriano 1243 esquina Carlos Quijano), su propio espectáculo vocal a capella dedicado íntegramente al repertorio de Los Beatles. A pesar de ser un proyecto vocacional, el grupo tuvo un 2024 muy intenso en actuaciones. Su última presentación fue en la Sala Magnolio. Esa actividad la sostienen con una disciplina similar a la de cualquier otro proyecto profesional: “Hay un grado de obsesión y rigor en los ensayos que no tenemos nada que envidiarle a los grandes músicos. Trabajamos profesionalmente en todos los rubros. Nadie va a poder vivir de esto, por ahora, pero quizás más adelante Mabel se autosostenga”, dice Javier Alfonso, uno de los fundadores de la agrupación.
El reconocido periodista cultural del diario Búsqueda, canta en coros desde los 14 años. Empezó con un repertorio sacro en la parroquia de su barrio y después pasó al coro del liceo. También recorrió diferentes agrupaciones de coreutas dedicadas a la música popular. A los veinte años su encuentro con la agrupación vocal que dirigía Pablo Trindade Roballo lo marcó. “Es un director que te vuela la cabeza porque demuestra que la música coral no es esa cosa pomposa y aburrida, llena de telarañas, que se ha popularizado en el Río de la Plata”, cuenta la voz barítono de Mabel.
Trindade Roballo, dirige actualmente Expresso 25, una agrupación de cuarenta integrantes, que visitó este año Montevideo y maravilló con su espectáculo dedicado a Tom Jobim. El director influyó en la identidad no convencional del grupo Mabel, que ofrece otra mirada sobre los conjuntos vocales. “Hay una impronta seria y solemne de los coros que cantan música popular toda afectada, como si estuvieran cantando ópera. En cambio, Trindade Roballo propone todo lo contrario. Te hace disfrutar la música con una onda más jazzera. Tiene esa cosa de Los Beatles, que cada cuerda es una melodía”, dice Alfonso.
De alguna manera, Mabel, que este año fue elegida para abrir los conciertos de Expresso 25, sigue esa escuela coreuta, donde destacan las armonías y los arreglos vocales. Eso sí, la diferencia es que Mabel se dedica íntegramente al repertorio de Los Beatles. Ese es el corazón de su repertorio y su propuesta vocal. “En algún momento probamos con otras canciones populares pero no cuajó, en cambio con Los Beatles todo fluyó. En cada ensayo teníamos un tema nuevo”, apunta el periodista y coreuta apasionado.
Mabel surgió tras una larga experiencia de una década en el Coro de la Facultad de Arquitectura, dirigido por Rodolfo Vidal, seguidor de la escuela de Trindade Roballo. Agotado ese ciclo y después de un tiempo sin actividad coral, -tras la llegada de su hijo-, Javier Alfonso empezó a rumiar la idea de hacer una agrupación vocal. El empujón que le faltaba lo encontró escribiendo una nota aniversario por el disco Revolver de Los Beatles. Allí, después de días escuchando todo ese material, una y otra vez, pensó que esas y otras canciones del cuarteto de Liverpool, eran la llave de mandala que andaba buscando para echar a rodar su idea.
“Llamé a un viejo compañero del coro de arquitectura que es tenor y se prendió. Ahí llamamos a otras voces amigas, una contra alto, una mezzo y una soprano. En diez días armamos un ensayo y en el primer ensayo ya sacamos la primera canción “I’ll follow the sun”. A fin de año ya teníamos un repertorio de seis canciones, la cantamos en una fiesta de cierre de año y al año siguiente ya se incorporó un bajo y quedó la formación definitiva de seis integrantes”, cuenta Alfonso.
Durante esos años, ensayaron y cantaron en fiestas privadas, pero no rompían el cascarón de salir al mundo, aunque ya tenían un repertorio de quince canciones. Después vino la pandemia. Fueron dos años con pocos ensayos y un momento de espera para el grupo. Con una actividad intermitente, el grupo vocal empezó a despegar de a poco. La primera actuación oficial fue en octubre de 2022 en un boliche de Ciudad Vieja. Desde ese momento, el grupo amplió su repertorio beatle -clásicos como “Something”, “Blackbird», “Because», “Day tripper», “Eleagnor Rigby”, y “Penny Lane”, son parte de su nuevo espectáculo-que les dio un lugar propio dentro de la escena de grupos vocales.
Para el espectáculo en la Sala Corchea, el grupo tendrá una puesta escénica especial, dirigida por Rodolfo Vidal, y recorrerán una selección de canciones de casi todos los discos de Los Beatles: “No hacemos las canciones más rockeras, ni abordamos los discos más experimentales, sino aquellas que tienen un énfasis en la canción más melódica de Paul (McCartney) y Harrison”, aclara Alfonso. Sobre ese piso armónico, el grupo construye su sonido vocal, pero también una identidad fuerte ligada al espíritu de lo colectivo. “Lo que queremos hacer viene de la sensibilidad de Pablo Trindade Roballo y Rodolfo Vidal, que es como el séptimo Mabel, porque en cada espectáculo lo llamamos y nos ayuda. El trabaja mucho con la escucha. Eso nos influye mucho. Se trata de no cantar para ver quién lo hace más fuerte. Es cantar, escuchándonos siempre. Eso es fundamental para nosotros-dice Alfonso. Que lo que salga sea un ensamble, una sola voz, y no seis voces que compiten. Esa es una dinámica muy linda porque el canto coral funciona como una metáfora de la vida, de escucharse el uno al otro”.