El Club de las Dos Orillas: Club del Río de la Plata estrena su Ciclo Ida y Vuelta con María Pien y Camila Ferrari

Por Julia Guerriero.

Para las personas que no conocen aún, cuéntenos sobre el proyecto ¿Cómo podrían definir al Club del Río de la Plata? ¿Quiénes están detrás del proyecto?

El Club del Río de la Plata propone nutrir el corredor artístico y cultural entre ambas orillas del Río de la Plata desde una lógica curada, colaborativa y cuidada, que potencia la circulación de artistas musicales para espectáculos e instancias educativas y creativas entre las provincias argentinas y los departamentos uruguayos. Así pretendemos evidenciar y ahondar en la construcción de una identidad compartida, propiciando el encuentro y creando nuevos públicos, abiertos y sensibles a una música que se encuentra fuera de lo “mainstream” y de los algoritmos comerciales de la industria musical.

Este proyecto es impulsado por cuatro mujeres vinculadas a la música desde varias aristas, como músicas, gestoras y creadoras: las uruguayas Cecilia de los Santos y Sabrina Díaz y las argentinas Pilar Fogwill y Paloma Sesma.

Conversamos con Pilar Fogwill.

Sabemos que la inspiración para iniciar este proyecto fue el Clube da Esquina ¿Qué elementos toman de esta experiencia y por qué es importante pensar este nuevo Club en clave Rioplatense?

“Clube da Esquina” fue un movimiento musical y colectivo que reunió a grandes nombres de la música popular de Brasil (MPB). Músicos, compositores, letristas, amigos. Pero lo que importaba, no eran sus nombres. Sino su unión, su encuentro, su necesidad de imponerse artísticamente ante la represión creciente en épocas dictatoriales en nuestro continente.

Su lugar de encuentro era una esquina. De ahí su nombre. La esquina, lugar informal, lugar público, lugar con paisaje incluido. Se juntaban a conversar, cantar, componer y afianzar la amistad artística y de resistencia. En épocas de represión y conservadurismo, juntarse en la calle a cantar es un acto subversivo.

No sólo fue una banda. De hecho, no fue “una banda”. Tan al margen de las etiquetas estaban que hasta sus miembros iban rotando, y ellos mismos cuentan que los días de grabación en estudio, quien estuviera presente ahí, grababa. Así fue cómo Beto Guedes (no bajista) terminó grabando varios bajos, sin importar que no fuese su rol habitual.

El grupo, las músicas, la poesía, la experimentación y lo colectivo estaban por sobre el destaque personal de sus integrantes.

De espíritu colaborativo y sin jerarquías explícitas, el club de la esquina logró construirse a sí mismo dando cuenta de su paisaje, sus influencias culturales, su folclore, sus ideas, su arte en conjunto.

El género musical que caracterizó a los participantes del club de la esquina, es extremadamente único, con pluralidad de estilos, y lleno de contenido poético. Como si hubieran sido enredaderas creciendo en una esquina, sus músicas fueron entrelazándose dando origen a una identidad propia como respuesta al clima homogenizador que se respiraba en el arte por aquellos momentos. Otro factor subversivo: la imposibilidad de etiquetar su estilo musical.

El club fue creciendo a la vez que sus integrantes, que son muchos, y que no solamente son los que aparecen nombrados en documentales y libros. El club se caracterizó también por ser un entramado de gente que colabora plasmando en músicas un estilo de vida. Hoy lo sabemos, marcaron la historia de la creación colectiva y fueron unos de los pioneros en lo que es la fusión de géneros musicales en Brasil.

No fue una banda con letras explícitamente políticas, pero su expresión, sí lo era. Una marcada sensibilidad, libertad y humanidad los mantuvo siempre enfrentados con la dictadura. 

Básicamente fueron un oasis de utopía colectiva en el desierto de la limitación dictatorial, la censura y el exilio.

Milton dijo “no éramos políticos, pero éramos libres, y eso en aquella época era un acto político”. 

El club del Río de la Plata lleva ese nombre en honor a Clube da Esquina por la afinidad que sentimos con esta forma de creación colectiva y de encuentro. Surgió de la amistad entre orillas, que año a año se afianza cada vez más y que sabemos que paulatinamente va construyendo e inmortalizando a nuestra identidad rioplatense.

Nuestra esquina es el Río de la Plata. Y nuestro objetivo principal es generar espacios de intercambio musical entre ambos lados para seguir construyendo y sosteniendo nuestra identidad cultural compartida.

¿De qué manera se puede ser parte del Club del Río de la Plata?

El club, así como el río, así como la enredadera, está en constante formación. Se puede ser parte de muchas formas. En este momento, en plena construcción de cimientos, creemos que ser parte es también aportar con la presencia en los toques, compartir y difundir las músicas, aportar con lo que cada quien pueda hacer mejor. Sin dudas son parte del club todas aquellas personas que ya han formado parte de los toques acá y allá, los amigos que han abierto las puertas de sus casas para recibir artistas y cada persona que se sienta afín a este proyecto de intercambio musical.

Trabajamos de manera auto-convocada y auto-gestiva. De a poco vamos ampliando nuestra red de colaboradores, y nuestro deseo es seguir haciendo crecer este proyecto hacia lugares que quizás hoy no imaginamos, que van a ser posibles gracias a la creación colectiva.

¿Qué se viene para este Ciclo de Ida y Vuelta 2025? ¿Cómo surgió? 

El Ciclo Ida y Vuelta surge como la primera iniciativa del Club del Río de la Plata. Su propósito es fortalecer los lazos musicales entre artistas de Argentina y Uruguay a través de conciertos, laboratorios creativos y experiencias de encuentro que trascienden lo escénico, constituyéndose además como una prueba piloto de un nuevo formato de intercambio entre ambos países.

El ciclo propone dos fechas espejadas —una en Montevideo y otra en Buenos Aires— en las que los proyectos participantes presentan sus obras en su formato original y, además, comparten un momento conjunto en el escenario. Este intercambio artístico nace de un laboratorio creativo previo, donde se comparten músicas, ideas y procesos, promoviendo la colaboración y el diálogo entre las distintas propuestas.

En 2025 acontecerá la primera edición el 08 de noviembre en Buenos Aires y el 15 de noviembre en Montevideo y estimamos realizar dos más antes de mitad del año próximo.

¿Cómo fue el proceso de curaduría del Ciclo? ¿Cómo llegaron a la fórmula de Camila Ferrari y María Pien?

Planteamos el ciclo como la primera producción desarrollada íntegramente por el Club, por lo que decidimos comenzar con el formato más reducido posible: artistas solistas. Esa fue la primera pauta de trabajo. Luego, a partir de una curaduría previa de artistas de Argentina y Uruguay que habíamos realizado a modo de catálogo, comenzamos a pensar en posibles combinaciones: dúos que reunieran artistas de cada orilla, con afinidades estéticas, pero que idealmente no hubieran compartido escenario antes. Nos interesaba que cada encuentro propusiera algo nuevo, una interacción inédita y con potencial de cruce artístico genuino.

En esa búsqueda, también surgió como un eje significativo la idea de convocar a dos artistas mujeres. Dado que el equipo del Club está conformado por mujeres en su totalidad, nos pareció una buena manera de iniciar el ciclo en sintonía con esa identidad, visibilizando a compositoras y cantoras rioplatenses contemporáneas.

En ese marco, apareció la combinación de Camila Ferrari y María Pien: ambas comparten una sensibilidad poética y un enfoque muy personal de la canción, pero con recorridos distintos que las complementan.

Algún mensaje que quieran dejar

Creemos profundamente en lo comunitario de este proyecto y les invitamos a que puedan sumarse e involucrarse. Pueden contactarnos por mail a elclubdelriodelaplata@gmail.com o en nuestro Instagram