Por Florencia Nichele.
Ya entrada la noche, la Sala Corchea, iluminada, esperaba con aprontes, a una cantidad de músicos y funcionarios superiores a las 30 personas.
Conforme llegaban al hall, sonrisas surgían en los rostros de los presentes, abrazos, intercambios amenos tras reencuentros o el conocerse por vez primera y tener la chance de charlar. Pequeños y grandes grupos se formaban, que dispersos por la sala, esperaban a ser llamados para culminar con la grabación de la canción institucional. “La música siempre está”, pensada para celebrar los 13 años de la cooperativa. Heber Rodríguez, su autor, pasadas las siete de la tarde, comenzó a pedir que todos ingresaran a la Sala Corchea.
Como si de pasar lista al principio de una clase se tratara, el cantautor comenzó a llamarlos al escenario, e indicó a cada uno dónde debían ubicarse para no tapar a otros y en qué orden debían cantar la frase que se les había asignado previamente y que habían grabado durante ese fin de semana.
Entre risas, tomaron sus lugares; algunos se acomodaban el pelo o la ropa, otros repasaban la letra y un último grupo, intentaba practicar para calentar su voz. Con alguno que llegó tarde –clásico uruguayo– y alguno que grabó más temprano, comenzó a sonar la canción.
La jornada se desarrolló sin sobresaltos, al mejor estilo “We are the world” pero con un alto nivel de uruguayez, el coro con palmas incluidas resonó en la sala, que siguió su canto incluso al haber terminado de sonar la pista. Selfies surgían sobre el escenario, chistes, aplausos de admiración y comentarios sobre aquellos funcionarios que los músicos comentaron, no sabían las capacidades para el canto que tenían.
Corchea.uy habló con algunos músicos y trabajadores de la cooperativa sobre la experiencia de grabar esta canción institucional y juntarse.
Fer O-Smith aseguró que llegó a Montevideo alrededor del año 2009 y que apenas surgió Cooparte, ella se unió; agregó que la ha ayudado “en todo” ya que por ese medio puede cobrar sus trabajos y sostuvo que “siempre están brindando pila de información que necesitamos si o si, hay pila de encuentros. En todo está Cooparte, es el mediador entre cada instancia entre el músico y la empresa, o lo que sea”.
Juan Mariño, músico e integrante del equipo de Cooparte desde 2016 dijo a Corchea.uy, que la cooperativa es importante en distintos niveles: “A nivel de cooperativa, es re importante por el tema de formalización de lo que es poder cobrar los servicios artísticos, poder formalizar el cobro de un dinero, un honorario artístico, a partir de una ley, que es la ley del artista (Ley N.° 18.384); o utilizar la herramienta de la cooperativa y de la asociación para poder blanquear esos honorarios. Aparte de todo eso, está la parte vincular, que es esto que te da, que vienen un montón de músicos, los contactos, se arma un equipo y se está armando una nueva generación de artistas que están trabajando en red para darle para adelante todos juntos”, enfatizó.
Seba Silva, músico e integrante de Cooparte, contó su experiencia de acercamiento: “Cuando vine, vine averiguando qué era y en realidad me parece importante porque colectiviza a los artistas, es un lugar de encuentro” y dijo que “es un punto de regularizarnos, es un lugar para transformarnos en trabajadores. Los artistas siempre, desde que le decimos a nuestros padres que queremos ser artistas, es como el hobby”, hoy en día se ha transformado en un trabajo, hay mucha gente que vive de la música, es posible, pero hay que ordenar también la parte administrativa para que eso sea mejor y sea como cualquier otro”.
Respecto a lo que generó “La música siempre está”, Mariño dijo que pasó “hermoso” y que eran “todos compas conocidos que venimos trabajando hace un montón de años, que yo le decía a Heber, encontrarnos en un mismo proyecto, en una misma producción, está buenísimo porque también fomenta la hermandad, el trabajo en red”. Fer O-Smith se sumó a los dichos del músico y agregó que se reencontró “con un montón de artistas que hacía pila que no veía” y que fue una experiencia “divina”.
Por su parte, Silva, que trabajó la canción junto con Heber, reflexionó que estas instancias son difíciles de generar ya que eran “cerca de 30 músicos de diferentes estilos; encontrarnos en un proyecto en común, a cantar todos juntos y reírnos, pagó todo el laburo”, finalizó.
Las Sesiones Corchea:
A modo de celebración, Rodríguez propuso y la Sala Corchea decidió emprender un camino que en no más de un mes, puso a 12 propuestas y muchísimos más músicos, sobre el escenario de ese espacio, para regalarles la grabación audiovisual de una canción de su proyecto que eligieran. Entre ellos estaba Juan Mariño, Alien Rap, Maite Gadea, María Elena, Flor Sakeo, Pablo Cabrera, Seba Olivera, CARA (Santiago Carámbula), Luana Méndez, Batiment Dúoo, Rosal Prisma y Nico Román.
Corchea.uy pudo hablar con dos de las mujeres que formaron parte de este ciclo: Luana Méndez y Flor Sakeo. La primera de ellas, eligió una canción que aún no tiene nombre pero que asegura “es un rezo que yo le hago a la música que es mi forma de vida y de trabajo, la labor que yo elegí o que ella eligió para mi, y es un poco pidiéndole que me lleve a donde me tenga que llevar, me entrego a este camino”, finalizó, mientras que Sakeo tomó la misma decisión de grabar algo que aún no estuviera en plataformas.
La artista de música popular reflexionó sobre formar parte de esta experiencia y señaló que “es muy difícil poder tener la infraestructura, la economía para poder materializar este tipo de obras y que quede profesional; hoy en día creo que lo visual es muy importante; entonces que te ofrezcan esto de una forma gratuita a modo de intercambio de que quede en la plataforma me parece una tremenda propuesta hacia los artistas jóvenes o hacia los proyectos que creo que es difícil sostenerlos o generar este tipo de contenidos desde un proyecto”.
Al preguntarles sobre qué tiene de distinto este escenario de otros que han pisado, Méndez argumentó que le gusta porque “al menos mi proyecto lo que pide, o al menos lo que yo siento que necesita es intimidad, y creo que Corchea lo que ofrece es eso mismo, conectar con la cercanía del público y poder generar también un intercambio en lo musical y lo que sucede en la escena”; por su parte, Sakeo dijo que “si puedo estar haciendo música, todo estará bien; las diferencias son que van a haber cámaras filmando, seguramente pidiendo repetir cosas y yo nunca estuve en esta instancia, me parece increíble, yo me subo a todas estas instancias nuevas porque las quiero vivir, si, dale, las quiero vivir”, enfatizó.
Sobre las dificultades y la importancia de estos espacios, Sakeo dijo que es “una ayuda muy salada para bandas que recién estamos empezando, no tenemos y no contamos con una solidez económica como para invertir en estas cosas, eso me parece super importante, porque es una oportunidad para decir: esto va a quedar prolijo, esto va a estar precioso, el lugar es re lindo, va a haber gente encargada de sonido, gente encargada de las cámaras” y al finalizar, calificó la experiencia como “un sueño”.