Por Gabriel Plaza // Fotografía de Chule Domínguez.
Juan Mariño ahora está en Brasil. Las canciones lo llevaron lejos. Allí, durante su nueva gira sonó una canción que acaba de estrenar llamada “Candombe malvón”, un single de esta nueva etapa creativa vinculada al sonido de las cuerdas de tambores, que están permanentemente los fines de semana en las calles del barrio Sur y Palermo.
Criado con el rock y el sonido indie, Juan Mariño que fue integrante de la banda Emisión, durante once años, abre un nuevo ciclo de su etapa solista como cancionista, a partir de su vínculo con el productor y músico Diego Janssen. En 2023 se cruzaron en el Mercado Uruguay Musical que se realiza en Montevideo, organizado por Cooparte y Fans de la Música. Juntos formaron una alianza de trabajo que definió el nuevo sonido que aparece en “Candombe malvón”.
“Luego de años de escuchar e influenciarme con muchos discos de la escena candombe fusión del Uruguay conozco a Diego en el Mercado de Música Uruguay Musical y me entero que fue el productor de tantos artistas que hasta hoy siguen forjando mi carrera. Diego es candombe. Siendo la primera vez que trabajo con un productor, pude investigar cada detalle de la canción, saber deconstruir la música y armarla muchas veces. Este proceso que nos llevó meses de trabajo dio como resultado mi primer candombe propiamente dicho”, cuenta Mariño.
La canción nació para sublimar una tristeza. “Un candombe que nace desde el desamor, transita el duelo, la reconstrucción y florece en primavera como la flor del malvón”, dice Mariño. El candombe opera como exorcisador de sus males. Mariño entonces emprende un viaje emocional y sonoro, bajo el moroso repique de los tambores y el sonido de una guitarra psicodélica, que traza una lírica sobre los conflictos del amor libre. “La noche que calma mis reproches / duele adentro”, canta Mariño sobre la cadencia de las lonjas y una batida funk brasileña, como si se fuera marchando de a poco junto a esa cuerda de tambores.
Si su primer disco solista “La rebelión de los picaflores” (2022), transitaba por la mixtura de sonidos más eléctricos como el rock cercano a exponentes como Cazuza, y ya anticipaba su interés por el toque del candombe en el riff de la guitarra. Su nueva canción con el aporte de los tambores definen más ampliamente esa búsqueda sonora y el desarrollo de una identidad regional. “No he tenido una formación clara en el candombe. Desde chico que vengo influenciado por el rock. La nueva tendencia del candombe que estoy experimentando surge hace un par de años como producto de haberme acercado a las tocadas del barrio y haber coexistido con esa cultura costera y candombera. Más allá de esto, hay una influencia como cantor uruguayo que no puedo dejar de lado. El candombe me acompaña desde siempre, por el hecho de ser músico del Uruguay”.
Juan Mariño es oriundo de Canelones. La ciudad costera, también influyó en la personalidad de su proyecto artístico. “Toda mi vida he vivido en Canelones, lo que me da una identidad local de la que no puedo escapar. Actualmente con 27 años, he transitado la cultura costera desde su nicho rockero, su música reggae característica, como su nueva tendencia de candombe producto de la conformación de nuevas comparsas locales. Es ahí donde la identidad costera y de Canelones entran en juego en ‘Candombe malvón’, una canción escrita en Solymar que duele un desamor de Shangrilá”, dice el músico, que circula con su música por Brasil y la Argentina.
“Candombe malvón”, es el primer single de una serie de canciones para el año que viene, que giran no solo alrededor del candombe, sino que caminan por otros estilos como el rock, el samba o el partido alto con historias de amor y desamor como eje temático. “Aún no he definido si el próximo material de 2025 será disco, EP o simplemente una serie de singles agrupados. Lo que sí se puede ver es la nueva etapa musical y compositiva que me representa en este grupo de canciones próximas. “Candombe malvón”, es el primero de una serie de singles que estaré lanzando y culminará en un material más largo en 2025”, anticipa Mariño.
En tus historias hablas del amor libre y de los vínculos ¿Cuánto de ese mensaje te interesa desarrollar?
Mi forma de vincularme en la pareja y en la amistad es de una perspectiva súper amplia y eso lo trato de plasmar desde lo autobiográfico en las líricas de mis canciones. Desde “Dale play”, donde le hablo a una chica, o en “Risa em liberdade”, que le hablo a un chico, la bisexualidad está presente en mis letras. Lo mismo en “Candombe malvón” y “Pa’ que te voy a decir”, otro tema que saldrá dentro de poco, la vivencia vincular y la perspectiva del amor libre está ligado a mi lírica. Todo desde el cuento personal de un joven transitando por esas experiencias. Un poco esa es la idea, contarlo para que un otro, una otra, se sientan identificades y a partir de ahí puedan surgir cosas nuevas, desde validar o naturalizar algunas cosas.
¿Qué otros géneros además del candombe flotan alrededor de tu música, que son una guía de tu sentir creativo?
Siempre me he sentido más cómodo diciendo que hago “rock”, como concepto general. Este estilo, que ha acompañado desde siempre mi entorno sonoro, se ha vinculado y coqueteado con distintos estilos a lo largo de mi carrera. Desde el hard rock, post rock, indie, pop, y ahora candombe rock vinculado al samba y otros ritmos latinos. Entiendo al rock como contracultura, como ese estilo que tiene el objetivo de dejar un mensaje resonando en el público. Desde ahí es que comienza mi sentir creativo, desde la necesidad de compartir un sentir y que quede resonando en quién lo escucha.
¿Cuál es la importancia que le das al candombe dentro del desarrollo musical de la escena actual?
Se puede observar una nueva tendencia de artistas jóvenes investigando y vinculándose con el candombe. Cada cual con sus estilos guía, cada quién con su sentir e interpretación personal, pero todos apropiándose de la identidad uruguaya que nos caracteriza. El candombe es barrio, es calle, es unión y fraternidad. Desde ahí es que perdura la importancia y relevancia del candombe en la sociedad uruguaya, como forma de expresión, de lucha y de disfrute.