Por Guillermo Amy.
El volver a tener bandas referentes en actividad siempre es buena noticia. En 2023, Hereford retornó para ofrecer un show en un Teatro de Verano con entradas agotadas. Casi un año después, luego de una gran presentación en el escenario de Av. Libertador en el marco de los 300 años de Montevideo a principios de año, volvieron a programar una fecha en la capital para presentarse en el Sitio, el nuevo centro de espectáculos ubicado en el Velódromo Municipal.
La espera se hizo un poco más larga de lo normal. La fecha inicial, por coincidir con un partido de la selección uruguaya (y la despedida de Luis Suárez) tuvo que modificarse para el 4 de octubre. Pero este factor únicamente alimentó la ansiedad tanto del público como de los músicos para concretar esta instancia. Con un gran marco de público expectante, el inicio del espectáculo vino de la mano de “Juntos” (canción nueva de la banda que también daba nombre a la fecha) y “No lo entiendo”.
El primer bloque resultó un poco accidentado producto de algunos disturbios que ocurrieron en el sector delantero. La banda intervino de inmediato para eliminar las tensiones y retomar su curso de la forma que corresponde, como una fiesta. “Límite perpetuo”, “Ruido” y “Algo tuyo”, hicieron su aparición de manera temprana en el setlist y terminaron de disipar efectivamente cualquier tipo de turbulencia para transformarla en un clima celebración.
Cada uno de sus integrantes posee una vasta carrera dentro de la música nacional y cuando se unen, se crea una química que es notoria y funciona. Previo a tocar “De cero”, su single más reciente, Chirola Martino dejó a la vista que se encuentran en un gran momento como grupo. Manifestó que “presentar temas nuevos es un placer y una buena noticia para nosotros” y adelantó que “próximamente van a tener más canciones nuevas porque estamos con un buen impulso”. Estas palabras fueron más celebradas por los presentes.
Los recuerdos fueron constantes. Un respetuoso repaso por todos sus discos contagió crecientemente a un público que de a poco se animó a cantar y acompañar con más fuerza. Sin duda que uno de los momentos más emotivos fue la mención y dedicatoria de “Cuanto más” a los detenidos desaparecidos; “No es un tema político, sino un tema de conciencia”, dijo Frankie Lampariello previo a interpretarla.
Los coros y los arreglos instrumentales se complementan a la perfección con las visuales que se proyectan de manera continua en las pantallas. A su vez, el sonido y la iluminación conectan con una gran exactitud mientras una base consistente recibe el apoyo de dos guitarras bien definidas. Parece difícil sacarse ese Jam interminable del final de “Aunque me vaya primero”, el agite de “La corona del rey” y el pegadizo estribillo de “Cuando quieras usar”. La banda se despidió del escenario con un mensaje: “Todo sube y todo llega, hay que darle”. La vuelta del grupo era inminente, y previo a iniciar con los bises, agradecieron cálidamente la presencia del público mostrándose por momentos hasta incrédulos por el cariño que sentían. Entre cánticos y promesas de volver a tocar pronto (¿y un nuevo disco quizá?) dieron cierre con “Debiste pensar”, “Volver a empezar”, un “Lo más simple de las cosas”, cantada a todo pulmón (con la audiencia como gran protagonista) y la infaltable “Bienvenida al show” para el cierre definitivo. El rock nacional vive y lucha, y noches como esta lo dejan a la vista.