Dante Spinetta en Sala del Museo

Por Guillermo Amy.

Atravesado por el arte durante toda su vida, y con una destacada trayectoria tanto en su banda Illya Kuryaki and the Valderramas como de solista, el músico retornó a Montevideo para reencontrarse con su público.

A pesar de haberse presentado en alguna oportunidad en el Festival Medio & Medio en Punta Ballena, la realidad indica que Montevideo permanecía alejada de su ruta reciente. La espera tuvo fin este 15 de agosto, fecha en que se presentó con su formato eléctrico en la ya conocida Sala del Museo con su banda que tuvo una gran incorporación como la de Matías Rada en guitarra, días atrás halagado por el músico en una entrevista a La Diaria catalogándolo como la “guitarra del funk”.

La noche montevideana vino cargada de propuestas ese fin de semana. La oferta musical fue extensa, variada y repartida en distintos puntos de la ciudad. A pesar de esto que en ocasiones puede resultar contraproducente, no pareció afectar en la convocatoria ya que la sala contó con un buen marco de público. “Nos llena de amor que con todas las opciones que habían hayan elegido estar acá” fueron las primeras palabras de Spinetta al público reconociendo este hecho. “¿Están listos para funkear?” Arengó el artista luego de una intro que derrochó virtuosismo y de tocar de manera conjunta “Rebelión”, “El lado oscuro” y su single publicado hace un año, “La movie”.

El sonido desde el primer instante contó con una gran presencia de sintetizadores, una línea de vientos muy bien ensamblada, guitarras con mucho swing y una sólida base de bajo-batería con la que era imposible no moverse. La explanada de la Sala se convirtió en una especie de pista de baile mientras Spinetta se sumó a las bases rítmicas rapeando, utilizando distintos efectos de voz y, sin lugar a duda, encendiendo el escenario con grandes solos de guitarra demostrando todo su talento. Esto se vio reflejado a la perfección en temas como “Humo digital o “Mi vida” (dedicada a un fan que aseguró haberle escrito al mail días previos) con un final a toda máquina con una instrumental avasallante. También los momentos más emotivos tuvieron su esplendor en canciones más melódicas como “Soltar” dedicada al gran Luis Alberto Spinetta.

Algunos comentarios en la previa especulaban una reunión con su ex-compañero Emanuel Horvilleur que se presentaría al día siguiente en Montevideo. Esto lamentablemente no terminó pasando, pero de igual manera la banda interpretó “Jugo” y “Coolo”, canciones que fueron absolutamente celebradas por la audiencia recordando a su icónica banda Illya Kuryaki and the Valderramas.

Previo a iniciar el último bloque dejó un consejo para el público: “La constancia en el funk importa. Si un día estás funkeando y al otro día estás bailando country, hay que empezar de nuevo”, dando a entender que para hacer las cosas bien, hay que comprometerse de verdad. El público tomó este mensaje y dejó hasta la última gota de energía durante las últimas canciones del setlist; una excelente interpretación de “Mostro” y una extendida versión de “Funk warrior” en la que presentó a la banda e interactuó con el público con sus efectos de voz llegando a jugar con lo informal y lo erótico.

Entre saludos, agradecimientos y un “nos vemos pronto” dio cierre un show sin tanto diálogo pero con la música como la principal protagonista durante la hora y media de duración. Seguramente volvamos a tenerlo más temprano que tarde, luego del lanzamiento de su disco próximo a lanzarse que promete seguir la línea del funk.