Números que no mienten en la música uruguaya – Sheila Bonino

Por Sheila Bonino // Fotografía de portada: Abbey R.

Llegó el verano, un verano digamos “normal” después de aquellos tiempos de encierro y paralización de la actividad artística y con él llegan una serie de festivales musicales para todos los gustos, en todo el país. La mayoría organizados de forma privada-pública y de acceso gratuito.

Más allá del lugar geográfico y la conmemoración de dicho evento, todos son festivales musicales, por lo cual lo que todas las personas miramos es la grilla de artistas y es acá donde salta a la vista la poca participación de mujeres y disidencias. Fue entonces que nos decidimos a hacer un análisis estadístico con el estudio de siete festivales veraniegos, masivos, donde realizamos un conteo exhaustivo por cada agrupación y su integración. El análisis arrojó una serie de números, el cual adjuntamos a continuación con sus gráficas correspondientes.

Analizamos las gráficas:

  • el color azul es el más predominante en todas, va desde un 78,6% a un 94%
  • el color rojo va desde un 9,8% a un 21.4%
  • el color verde va de un 0% a un 1.1% (sólo en un festival de los siete analizados)

Ante esto, ¿qué se puede decir?

Muchas personas argumentarán que no hay suficientes mujeres y disidencias haciendo música, o que si hay no tienen la calidad suficiente para participar de un festival, o que si hay no tienen convocatoria de público suficiente para ganarse el lugar de estar en la grilla.

A todos esos argumentos hay respuestas que invalidan dichas afirmaciones. Hay muchas mujeres y disidencias haciendo música en nuestro país, que no sepan o que no se difundan no es razón para afirmar eso. Les invitamos a que entren al portal de www.masmusicas.uy donde podrán ver más de 300 perfiles de artistas trabajadoras de la música. Si entramos a hablar de calidad, es algo muy subjetivo por lo cual carece de fundamentos sólidos con lo cual ni da para explayarse. Y el tema de la convocatoria es un circulo vicioso, porque si no abrimos espacios a las nuevas y no tan nuevas propuestas musicales de mujeres y disidencias en festivales masivos, para que la gente, nuestra gente, acceda a conocerles, ¿cómo dejarán de ser invisibilizadas? Todo esto es un tema de justicia social, porque en el fondo estamos hablando de trabajo, de personas que estudian, se forman, se sacrifican y no pueden acceder a las mismas oportunidades que otras.

Si todas las personas que vivimos en este país tenemos la convicción de que queremos vivir en un país con igualdad de oportunidades, se apela a que de ahora en adelante, cada vez que se vaya  a concurrir a un festival musical, se haga el ejercicio de ver quienes forman parte de los números artísticos, que alcen la voz, comenten con sus allegados esta notable desigualdad, porque todas las personas somos responsables de darle un rumbo a nuestra sociedad. Y es con estos pequeños gestos, día tras día, como se forjan los cambios que necesitamos para vivir en un país más justo e igualitario. Y en paralelo a estas acciones, se debe de acompañar con el apoyo por parte de los municipios, intendencias, organismos e instituciones públicas, que son quienes en gran medida apoyan a estos festivales, con dinero, exoneración impositiva o logística y técnica, exigiéndole a los organizadores como contrapartida, una grilla equitativa.

A colación de este tema es que a fines de diciembre del 2021 ingresó al parlamento el proyecto de ley de cupo de mujeres y disidencias de la música uruguaya, que busca regular el acceso a los escenarios musicales en los eventos patrocinados con dineros públicos. El proyecto fue redactado por el colectivo de Mujeres y Disidencias en la Música Uruguaya (Mydmus) y presentado al Parlamento por las senadoras Sandra Lazo (FA) y Gloria Rodríguez (PN).

Arrancamos un nuevo año, todo está por encararse, el proyecto de ley está presentado, hay que trabajarlo y tratarlo por parte de las personas que nos representan en el parlamento, la ciudadanía tiene el poder de ser solidaria, empática y justa, lo mismo que el periodismo alzando la voz de las personas perjudicadas. Solo resta la ¡acción! porque del  análisis de la realidad, de los hechos, queda evidente a los ojos que las mujeres y disidencias siguen siendo minoría absoluta en los eventos y festivales musicales de nuestro país y esto es algo que nadie puede negarlo, la desigualdad existe, es real, la vemos y porque en definitiva los números… los números no mienten.

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