Wos presentó “Descartable” en el Velódromo Municipal

Por Guillermo Amy // Fotografía: Hugo Wasem.

El artista argentino de 26 años retornó por tercer año consecutivo a Montevideo. Esta vez en el marco de su gira presentación de su nuevo disco “Descartable”, prometiendo un show intenso y cargado de emociones ante más de diez mil personas.

No hay duda de que la carrera de Wos está en constante subida. Desde su exitosa participación en la competencia de freestyle de Redbull a consolidar su proyecto solista, de colaborar con referentes de la música argentina e ir abriéndose paso en la escena presentándose en festivales y estadios hasta llegar a realizar la presentación de su nuevo lanzamiento en el Estadio de Racing Club de Avellaneda. Esta escalada también se ve reflejada en Uruguay tomando en cuenta en donde se ha presentado. De aquel recordado debut en el Palacio Peñarol en plena salida de la pandemia en mayo de 2022 al Antel Arena en abril de 2023 con entradas agotadas. Este 2024 la apuesta fue aún más ambiciosa y el desafío aún mayor, fijando su show para uno de los lugares con mayor capacidad en Montevideo: el Velódromo Municipal.

La apertura vino de la mano de referentes nacionales del hip hop y el freestyle como Hammer, quien junto a Nikel realizaron una calurosa previa con muchísima interacción con el público, rimas crudas, con grandes beats e invitados como el también campeón de Redbull, Franco Ghetti. El grupo, con gran sentido de pertenencia con la escena uruguaya y Ciudad de la Costa, arengó y movilizó a una audiencia que trascendía generaciones y que en su mayoría ya se encontraba ubicada desde horas tempranas esperando expectante lo que se venía.

Sobre las 21:00 horas una música de suspenso con luces oscuras se hacía presente para quedarse por un largo rato. La ansiedad no paró de intensificarse, mientras todas las miradas se dirigían a un escenario que presentaba una gran infraestructura. Al salir, la oscuridad se sostuvo y la luz solamente enfocó a Wos mientras con una actitud reservada interpretó “Nuevas coordenadas”. Pero esto únicamente fue una forma de romper el hielo y tomar impulso. “Descartable” y “7/8” iluminaron la explanada de una forma más consistente y desató la locura de un público que respondió con un intenso pogo que no cesó.

La conexión del artista con sus seguidores es más que notoria. Los rostros de emoción se apreciaban en la panorámica visual mientras sonaba una gran versión de “Arrancarmelo”, ubicado en un pasillo del escenario en el cual quedaba cara a cara con la gente. Al mismo tiempo, la audiencia se mostraba comprometida a hacer sentir el cariño en cada una de las pausas, a lo que respondía con gestos y palabras como: “Los veo muy bien, un placer estar acá por tercera vez”.

La particularidad fue que durante casi todo el desenlace en las pantallas se proyectaba a los músicos con un plano secuencia como si de un videoclip se tratase. Para que el brillo sea absoluto, su banda de apoyo destaca, acompaña y complementa toda la heterogeneidad sonora de su propuesta, tomando el protagonismo con grandes solos de guitarra y sintetizadores que climatizaban los momentos. Asimismo, Wos cautiva desde su talento para rapear, improvisar, e incluso hacer ritmos de beatbox, llegando incluso a hacer un juego rítmico con su baterista siendo uno de los puntos altos de la noche.

El artista utiliza la crítica y las letras introspectivas como hilo conductor y sus seguidores reciben el mensaje eficientemente. Es por eso que al presenciar los momentos de más agresividad como “Ermitaño” o “Cabezas cromadas” hasta las emotivas melodías en “Quemarás” (que proyectó la figura del mítico Indio Solari) o “Alma dinamita” transforman la instancia en una especie de catarsis colectiva.

El último tercio de los casi 30 temas que tuvo el setlist vino a toda ritmo y fuerza con una memorable interpretación de “Púrpura”, con un agite fervoroso y fuego durante todo el escenario, y “Cambiando la piel” convirtiendo la explanada instantáneamente en una pista de baile arrojando unas frases improvisadas previó a despedirse.  Por supuesto que el público no iba a permitir que esto termine de manera tan abrupta, por lo que el pedido de “una mas” se hizo sentir instantáneamente.

Al retornar, agradeció el cariño recibido con un “que lindo Uruguay, che!”, y se detuvo también a agradecer a su banda, equipo técnico y sobre todo al público por “acompañar los procesos y transformaciones”. Luego de lanzar varias botellas de agua a una acalorada audiencia que esperaba por más, procedió a dar el cierre definitivo a todo baile con “Melancolía” y el rock directo de “La cochería”, dejando grandes sensaciones en una noche épica y memorable.