Responsabilidades mundanas, lo nuevo de El Tembleque del Barba

El Tembleque del Barba es una banda que nace en 2010 en la ciudad de Montevideo.

Integrada por Sebastián Fabro en la voz, Mauricio Betancor en Guitarra y coros, Rolo Morena en bajo, Lucho Rodríguez en Batería y Bam Bam López en Saxofón.

“Nuestra música se caracteriza por la presencia de un rock fuerte y directo, donde una lírica contundente, se expresa a través de un sonido propio, característico, y auténtico, formando una estética sonora donde confluyen diversas influencias, logrando composiciones en forma de escenas que dan lugar a canciones en formato de misceláneas musicales, con cierta reminiscencia a la psicodelia y los primeros hard rock propios de los 70’s, incorporando aspectos de los géneros populares de la música rioplatense.”

“Responsabilidades Mundanas” es su primer trabajo discográfico, hablamos con Rodrigo Morena quien nos cuenta un poco sobre el disco y la banda.

Por Abigail Ramírez.

Rodrigo, ¿cómo estás? Contános un poco del proceso de composición y grabación del disco

Bueno, en nuestro caso se dió que fueron dos etapas bien distintas. Es nuestro primer disco y fijate que hace 10 años que estamos tocando, y el hecho de que de todo este tiempo hayan formado parte del disco solo 10 canciones ya habla algo de cómo nos tomamos la composición de las canciones. Es un proceso que nos seduce terriblemente, hemos llegado a estar años (literal) para terminar de definir una canción. Tenemos la particularidad de tener un método de composición, por llamarlo de alguna forma, bastante auténtico, es un proceso colectivo, donde cada parte, cada arreglo, queda porque nos parece que aporta algo, también es muy íntimo, las canciones se componen practicamente en su totalidad en la sala de ensayos estando solamente nosotros, y lo hacemos con una libertad absoluta que nos permite no guardarnos nada, probar, hacer, deshacer, rehacer, se fue dando así naturalmente.

Esta manera de componer nos llevó a que entráramos al estudio con las canciones bien definidas, pero sin embargo, no teníamos claro cual era el sonido de la banda, osea estaba la idea, las referencias, el concepto, una estética musical definida, pero nos faltaba terminar de moldearlo, decíamos que teníamos la piedra y que había que tallarla. Ahí apareció Antonio Acosta, por intermedio de Iván Miranda, y se dió desde el principio una química brutal, un entendimiento mutuo, y empezaron a aparecer aportes que no los habíamos tenido en cuenta, Antonio es el que terminó de tallar el sonido del power trío, definió mucho del rol de la voz y el saxo también. Y cuando pudimos escuchar una primera maqueta del sonido que había pelado… era eso, lo que estábamos buscando.

Hace 10 años que están en la escena musical, ¿qué cambios han notado en la misma?

Mirá, somos una banda independiente y autogestionada, y desde un principio decidimos tener la libertad de tocar de acuerdo a nuestra voluntad. Formamos un colectivo de bandas, el “Bandas en la plaza”, y en estos 10 años el 80 o 90 % de los toques que hemos hecho han sido en lugares públicos, con entrada gratuita, tratando de juntar juguetes, alimentos, ropa, etc, para colaborar con algún hogar, refugio, etc. Osea, como que fuimos haciéndonos como banda a medida que fuimos generando cierta escena también. En ese camino no encontramos con pila de gente que están en la misma sintonía de alguna manera, bandas, medios comunitarios o alternativos, colectivos, cooperativas, etc.

En este sentido, me parece que hoy en día hay cierta conciencia en el ambiente under del valor de juntarse, generar vínculos, apoyarse, hay algunos actores que se han empoderado, como es Cooparte por ejemplo, los gestores culturales de los municipios, las usinas del MEC, hay más apoyo, canales, herramientas, para que una banda under pueda sonar bien sin caer en el ambiente de los boliches, que es válido, pero no es el único, y también para que se puedan hacer contenidos de calidad (en el buen sentido de la palabra). Igual falta, el camino es largo, y se va haciendo mientras se va andando. Eso también es algo muy disfrutable.

¿Qué tienen pensado para cuando vuelvan las habilitaciones de espectáculos públicos?, ¿hay una presentación de Responsabilidades Mundanas en vista?

Si, teníamos reservada la Sala Goes para el 25 de abril. Habíamos planificado una exposición en base al arte del disco, hacer alguna escenografía, pero bueno, no se pudo dar. Esa fecha se va a reprogramar. Y por otro lado, estamos viendo la posibilidad de hacer algún toque callejero ahora que se está pudiendo, juntar alimentos, ropa de abrigo, no como presentación oficial, pero si como una especie de adelanto.

A su opinión, ¿cómo ha afectado el COVID-19 a la industria musical y que consejos tienes para darle a los artistas nuevos?

Me parece que por un lado, en relación a la dinámica de los rubros dedicados a las presentaciones en vivo, pegó fuerte. Hay mucha gente, familias, que se dedican a eso y de un día para el otro se les paró la máquina. Hubo algún apoyo, subsidio, etc, pero no fue suficiente, sobre todo faltó una estrategia de contención por parte del gobierno nacional. Como siempre la solidaridad entre los colegas y al ambiente cercano, de una forma u otra estuvo.

Y por otro lado, y relacionado a esto que venía diciendo, desde el punto de vista de las nuevas modalidades de consumo, como lo son las plataformas, y la transformación que esto conlleva con la relación entre artista como creador y el público como consumidor, de tener todo en la mano literalmente, el disco como obra conceptual perdió sentido, hoy se volvió al modo single, pero tenes que acompañar con algo audiovisual, es el síndrome youtube. Creo sirve un poco para revalorizar lo artístico, hay mucha informalidad, vulnerabilidad, precariedad, nos quejabamos de las discográficas que dominaban la cadena y pagaban al artista una miseria, pero el escenario actual es más cruel aún. Creo que no se trata de interpelar, sino más bien de concientizar, porque es un mal necesario. Pero lo esencial tiene que ser darle el lugar que corresponde a algo tan fundamental para la conciencia social como lo es el arte. Me parece que eso es algo que los nuevos tienen que comprender, para pararse frente a la escena de la manera que les parezca, pero sabiendo de lo importante que están haciendo al componer música, alejarse de lo banal, de esa necesidad frenética de hacer todo ya y ahora para tener repercusión en las redes.

¡¡Muchas gracias!!